El abanico de variables implicadas en el surf es bastante grande, hasta el punto que alguien que empieza a practicarlo seguramente no es capaz de detectarlas y enumerarlas:
- Las condiciones del mar (estrechamente relacionadas con las condiciones meteorológicas).
- Las condiciones personales del/la alumno/a, tanto las físicas como las psicológicas (recordemos que todos tenemos días en los que nos sentimos mejor y días en los que no nos sentimos tan bien).
- La atención del monitor de surf (no son pocos los casos en los que el instructor se pasa la clase surfeando olas y luciéndose, desatendiendo a sus alumnos).
- La cantidad de gente en la playa durante la sesión.
- El neopreno (y los escarpines, cuando toca).
- La tabla.
- …
No son pocas las ocasiones en las que algún/a alumno/a te exclama “¡¿Esa tabla?!¡ ¿Tan grande?!”. Evidentemente como instructores que nos debemos a nuestra profesión (y pasión) debemos dar una respuesta a todas las dudas y curiosidades que los alumnos nos plantean. Todo el mundo quiere hacerse la foto con la tabla pequeña. Por no hablar de lo incómodo que puede resultar en ocasiones transportarla desde la furgoneta hasta la playa.
El factor «tabla»
La tabla es uno de los elementos más determinantes cuando estamos aprendiendo a surfear. Una mala elección de tabla acaba derivando en sesiones de surf frustrantes. Se puede ver cada día en muchas playas en las que surfistas se meten con tablas pequeñas cuando las condiciones del mar y las propias del surfista no son las adecuadas para ese tipo de tablas.
No sucede sólo en el surf. Es condición humana. Queremos saber más de lo que sabemos, aprender de manera acelerada. Pero la realidad es que cada individuo aprende a su ritmo y en el caso del surf, en el que hay tantos factores implicados, el aprendizaje puede resultar más lento.
¿Cómo elegimos la tabla?
En las escuelas de surf en general y en Poseidon Surf Academy en particular somos conscientes de estas dificultades y por eso intentamos minimizar los factores que pueden dificultar tu aprendizaje. El tamaño de la tabla (sus dimensiones y por ende, su volumen) está estrechamente relacionado con la altura y el peso del/la alumno/a. Si el alumno/a es poco habilidoso/a, este factor puede ser también determinante en la elección de la tabla.
Por eso elegimos tablas más grandes para la gente que quiere aprender: a mayor tamaño, mayor estabilidad de la tabla y, por lo tanto, mayor facilidad para aprender a ponerme de pie. De esta manera la sesión se vuelve más práctica, fructífera y divertida. Y cuando más nos divertimos más queremos aprender… y cuando más aprendemos, más nos divertimos. Es un pez que se muerde la cola para bien.
Buena elección de tabla: buena experiencia y buen aprendizaje
Bienvenidos sean todos los elementos que hagan que disfrutemos de las sesiones de surf con calidad y seguridad. Por eso vamos a elegir una tabla de buenas dimensiones para asegurarnos que aprendes y que disfrutas. Si a esto sumamos que iremos a la playa en horas en las que estimamos que no estará llena de gente (que puede resultar molesto cuando no tenemos tanto control sobre la tabla y las olas), el resultado está casi garantizado: vamos a conseguir que sonrías como nunca antes lo has hecho.